Bueno...este no es un relato de montaña 'sensu stricto'...aunque patear pateamos....nada...son 4 vivencias y 4 aventuras de mis peripecias allá por el año 2001 en Ecuador. Nada...estaba mirando las diapos esta mañana y mira me apeteció contaros un poco unas cuantas anécdotas de este peculiar viaje...mientras estaba realizando el trabajo de campo de mi tesis doctoral. Las anécdotas al largo de los 2 meses son muchas pero bueno os cuento algunas observaciones y vivencias que recuerdo con mucho cariño. Es un relato bastante largo, asà que los interesados si quereis lo podeis leer a "plazos"...en cómodas entregas!! jejejeje
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[+] click para ampliar Detalle de una muestra de cuarzo con granos de oro |
[+] click para ampliar Contrastes de luces en el bosque |
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El avión está a punto de aterrizar, pasa rozando los tejados de las barriadas cercanas al para encarar la pista principal del Aeropuerto Mariscal Sucre de la capital Ecuatoriana. Es mediodÃa de un dÃa de mediados de febrero de 2001, el tiempo es radiante y el sol ilumina con sus potentes rayos la vertiente este del Pichincha que preside majestuoso la ciudad de Quito. Mi aventura en Ecuador ha empezado, ¿qué me depararan los dos meses que permaneceré en este desconocido paÃs?.?. Recogemos las maletas y salimos de la terminal en busca de un taxi que nos lleve hasta nuestro aposento. Después de unas discusiones entre taxistas, cogemos uno, como no, un Toyota Corolla de los viejos, que en unos 20 minutos nos lleva hasta la Posada del Maple, en pleno barrio de La Mariscal. Massimo es la quinta vez que viaja al Ecuador, mientras que David y yo somos primerizos. Dejamos los trastos, nos duchamos y salimos a comer algo por las cercanÃas. El resto de la tarde la dedicamos a una visita a la colina del Cerro del Panecillo, donde a parte de contemplar la colosal estatua de la VÃrgen del Panecillo, contemplamos maravillados una vista excepcional de la ciudad y de los volcanes que la rodean?Cotopaxi, Antisana, Cayambe?.etc.
PASEANDO POR LA MITAD DEL MUNDO y LA CALDERA DEL PULULAHUA
A poco más de 20 km al N de Quito se encuentra la lÃnea geográfica del Ecuador. Allà desde hace ya tiempo se ha instalado un colosal monumento, en forma de vértice, que indica los 4 puntos cardinales. A su vez, en el suelo se ha pintado una lÃnea amarilla que simboliza la división de ambos hemisferios. La visita es corta, y dedicamos nuestro tiempo a hacernos fotografÃas ?chorras? junto al monolito posando con una pierna en cada hemisferio, tal y como hacen los demás ?gringos? que visitan este paraje.
Antes de marcharnos, 3 lugareños nos asaltan y nos ofrecen por 5$ la visita al cercano Pululahua, la caldera volcánica más grande de suramérica. No les cuesta mucho convencernos de la idea y en un santiamén nos encontramos subidos en la parte de atrás de un destartalado 4x4 en dirección al parqueadero del Pululahua. Llegados a ese punto iniciamos, con uno de los autóctonos como guÃa, un recorrido que durante 2 horas nos llevará por un agradable sendero bordeando el borde de la caldera. Entre explicación y explicación sobre la historia, fauna y flora de la región, contemplamos maravillados la riqueza de este bosque nublado (declarado Reserva Geobotánica), destacando las orquÃdeas salvajes y los diminutos colibrÃes que pululan de flor en flor buscando su preciado néctar. El cráter es enorme con unos 4 km de diámetro y en un interior destaca, la Loma Pondoña, un picacho que corresponde a un domo volcánico formado por una erupción tardÃa. El dÃa ha sido fructÃfero y satisfechos regresamos en bus a Quito?..hoy ha servido para concienciarnos que ya estamos en Ecuador!!!
CORDILLERA OCCIDENTAL. YACIMIENTO DE LA PLATA, PALOQUEMADO.
Unos dÃas de reuniones, visitas y gestiones en Quito nos han servido para preparar las cosas para el trabajo que vamos a realizar. Nuestro destino se encuentra en la Cordillera Occidental, junto al valle del rÃo Pilatón, y corresponde a uno de los yacimientos de cobre y oro más importantes de la región, el llamado ?Tajo Abierto de la Plata?.
David va a permanecer allà durante un mes entero, mientras que Massimo y yo le acompañaremos durante una semana, antes de partir hacia tierras más sureñas, en busca de nuestro principal objetivo.
La aproximación la realizamos a través de la carretera Panamericana, cruzando la avenida de los volcanes hasta la población de Aloag, desde donde podemos contemplar la perfecta silueta nevada del Cotopaxi?.ummmmmm?.pienso?..¿cuándo podré escalar esas bellas laderas?. En Aloag, dejamos la Panamericana y nos dirigimos hacia el oeste por la carretera que une la Sierra con la costa PacÃfica a través del valle del rÃo Pilatón y la población de Santo Domingo de los Colorados. Esta carretera pierde desnivel muy rápidamente y en poco menos de 1h30? pasamos de los tresmil metros de la Sierra hasta mil y algo. El contraste de paisajes es brutal, desde lo árido y basto de la sierra hasta lo húmedo y frondoso de las tierras bajas. Paramos en la carretera a comer algo, en una especie de garito que no tiene muy buena pinta, pero es de lo único decente por estos parajes. Después de la escasa comida, compramos un ?racimo? de plátanos, unas piñas y unas chirimoyas del tamaño de un melón que nos servirán para confeccionar los jugos necesarios para la base alimenticia de nuestros desayunos.
A primera hora de la tarde paramos en la localidad de AlluriquÃn para visitar una curiosa colada de pillow-lavas que aflora junto a un puente colgado que cruza el Pilatón?.no entraré en más detalles técnicos. Después de esta visita proseguimos nuestro viaje hasta la localidad de la Unión del Toachi, donde abandonaremos la carretera de la costa para tomar un camino de tierra que nos llevará hasta nuestra ?residencia? durante esta semana?el pueblo de Paloquemado. El camino de acceso es todo un ?show?, pista de tierra en muy malas condiciones, zigzagueante y estrecha, con un buen ?patio? que no invita a mirar para abajo.
Paloquemado es un pueblito perdido en el corazón del bosque nublado de la Cordillera Occidental. Debe contar con menos de 20 casas y 100 habitantes que viven esencialmente de la agricultura y de 4 gallinas desperdigadas en el monte. No cabe decir que el pueblo no tiene de nada, ni saneamiento, ni red de aguas potables, y escasas 3 o 4 columnas de luz en sus calles. Tiene una tiendecita donde abastecerte de alguna botella de agua, galletas y alimentos básicos. Eso sÃ, todas las tardes el pueblo se anima con las peleas de gallos que se celebran en un local cercano a nuestra ?casa?.
Esta ?casa? es un local de 2 plantas con 3 habitaciones, un aseo y un comedor?que es utilizado por los propietarios de la mina para alojarse durante sus esporádicas visitas al lugar.
En Paloquemado actualmente ya nadie vive de la mina, solamente quedan 3 encargados de la vigilancia del Tajo Abierto. La mina hace unos años que cerraron por falta de productividad, pues el método rudimentario de recuperación del oro, presente como inclusiones dentro del mineral de cobre, no permitÃa hacer rentable su laboreo.
Bueno, nuestra labor durante esa semana fue realizar un estudio exhaustivo de la paragénesis mineral de Tajo Abierto, cartografiando el yacimiento y obteniendo muestras minerales para posteriormente realizar ensayos en el laboratorio. Una de las tareas más divertidas y aventureras era la de explorar por los valles, torrentes y vaguadas cercanas, en busca de otros afloramientos o indicios minerales. Estas exploraciones las llevavamos acompañados de los 3 guardianes de las minas, nuestros inseparables amigos Medardo, Alfonso y Walter, sabios conocedores de esos parajes, que nos acompañaban y nos abrÃan vÃa con sus poderosos machetes en medio de la densa vegetación de la zona. Para llegar al tajo cada dÃa a las 7 de la mañana nos subÃamos a una especie de furgoneta que se ?enfilaba? por un camino horrible lleno de roderas cuesta arriba hasta las cercanÃas de la mina?mareados llegábamos!!. Cada dÃa después de comer, sobre las 4 de la tarde, tenÃamos que abandonar nuestras tareas geológicas debido a los aguaceros y luego espesas nieblas que se producÃan puntualmente todas las tardes. También teniamos ratos de trabajo de gavinete donde nos sentábamos a estudiar los testigos de sondeos y las muestras de rocas que se habÃan tomado con anterioridad en la zona.
La verdad fueron unos dÃas muy especiales, primera toma seria con la naturaleza salvaje y el clima peculiar de estas regiones del Ecuador?asà como dÃas clave para ?aclimatarse? a la rutina del trabajo del intrépido geólogo de campo (patear y mojarse mucho y comer poco) .
CORDILLERA DEL CÓNDOR. CAMPO MINERO DE NAMBIJA.
Llego el dÃa!!, después de un par de dÃas de descanso y preparaciones en Quito, y después de dejar en manos de la diosa fortuna a nuestro compañero David en Paloquemado. Juan Carlos (un estudiante de Quito), Massimo yo tomamos un vuelo con destino a la ciudad sureña de Loja. 45 mágicos minutos contemplando desde la ventanilla del avión los mayores conos nevados del paÃs, primeramente el Antisana, seguido del Cotopaxi, para acabar rematando el ?babeante? paseo avionil sobre la cúpula glaciar del Chimborazo.
Una vez en Loja nos dirigimos hacia la Terminal Terrestre para coger un autobús que nos llevará hasta la localidad de Zamora, situada en las puertas del Oriente amazónico, al pie de la conocida como Cordillera del Cóndor.
Paseando por las escasas calles de Zamora, Massimo y yo vemos claramente que los lugareños no están acostumbrados a ver ?gringos? por aquÃ, cosa impensable en otras regiones y ciudades más turÃsticas del paÃs. Preguntando a la gente llegamos a la sede regional del Instituto Nacional de MinerÃa, donde nos espera Daniel Pilco, el director de la región de Zamora-Chinchipe. El recibimiento es efusivo y nos invita a tomar unos licores tÃpicos de la región?jejeje?.que gentilmente pruebo pero sin ingerir su contenido. Después de un rato, repasando mapas de la zona, fotografÃas y otros documentos, Daniel y Oswaldo un esbirro suyo nos invitan a acompañarnos en su 4x4 a la cercana localidad de San Carlos de las Minas, que constituirá mi campamento base durante este mes y medio largo que voy a permanecer en tierras zamoranas.
Para llegar a San Carlos hay que cruzar el caudaloso rÃo Zamora. Para eso, nuestro vehÃculo cruza con una plataforma navegando por el rÃo, y nosotros por un bonito puente colgante por encima del mismo?..quien me iba a decir a mÃ, que me cansarÃa y cansarÃa de cruzar decenas de veces ese camino durante este mes y medio. Una vez cruzado el rÃo llegamos a Yantzatza, punto desde donde salen ?guaguas? que suben hasta San Carlos y Nambija?.también tuve que cogerlas en innumerables ocasiones.
San Carlos, es un pueblo esencialmente minero, la mayorÃa de sus gentes vive directa o indirectamente de la minerÃa. Unos misioneros polacos erigieron hace unos años una pequeña iglesia y una rectorÃa en el centro del pueblo y no hace mucho la comunidad de San Carlos ha contraÃdo un pequeño hotel muy básico para ofrecer alojamiento a los huéspedes que visitan estas tierras. Este va a ser mi campo base!
Desde San Carlos, cada mañana sobre las 7 tomamos las Guaguas que suben hasta Nambija, poblado minero por excelencia de la región. La primera visión de Nambija impresiona a cualquiera, montones de chabolas se amontonan en las abruptas laderas verdes, entremezcladas con bocaminas y escombreras. Es una visión espectacular y a su vez caótica?.un rÃo de lodo surca el fondo del valle de Nambija, lodo producido por el lavado del mineral sacado de las bocaminas. Por sus calles empinadas, juguetean los niños entre los escombros y las basuras. Los mayores (y no tan mayores?los niños a los 12 años ya trabajan en las minas) laborean en las rústicas galerÃas, pequeñas canteras o simplemente rebuscan entre las escombreras, en busca del preciado metal. Aquà el oro, aparece en pequeñas chispas y granos en venitas de cuarzo en una matriz de grosularia-andradita en lo que se llama como un yacimiento tipo ?skarn?. La concentración de oro por lo general oscila entre los 3 y 5 gramos por tonelada, aunque se han localizado puntualmente vetas de cuarzo de hasta 30 gr/tonelada. La concesión más grande de Nambija, la gestiona una empresa canadiense, que habÃa cesado su labor, a causa de la poca recuperación de oro que se obtenÃa de utilizar métodos muy rudimentarios. Como digo?Nambija no deja indiferente. Uno de los episodios más tristes de este lugar ocurrió a mediados de los 80, cuando después de unos dÃas de fuertes lluvias y debido a la sobreexplotación de las vertientes de la montaña (que esta agujereada como un queso gruller), se produjo un corrimiento de tierras que sepultó a más de 300 personas. Muchas de estas, todavÃa descansar debajo de miles de toneladas de material?y encima de los escombros se han vuelto a construir casas y chabolas?
El campo minero de Nambija, lo consituye una franja mineralizada de casi 40 km de extensión donde se asientan 6 zonas mineras siendo Nambija la que le da el nombre a la zona. Estas son: Fortuna, Campana, Campanillas, Nambija, Sultana del Cóndor y Guaysimi (ordenadas de N a S). Lógicamente durante el mes y medio, me dio tiempo junto a Juan Carlos de explorar y visitar todos estos asentamientos. Cabe decir que todas las concesiones mineras son privadas y están fuertemente vigiladas y hace falta mantener contactos con los propietarios para que te dejen entrar para cartografiar, fotografiar y tomar muestras del interior de la explotación?.a cambio de que les envÃes al acabar el estudio copia de los resultados obtenidos.
Las anécdotas durante el mes y medio son numerosas, pero os contaré tres episodios especiales durante mi estancia: la visita a la mina de Campanillas, la estancia en la concesión de Guaysimi Alto y la exploración por la jungla hasta la Cascada.
Os paso un enlace interesante sobre la vida de los niños en Nambija:
http://www.coeti.org.py/Info_18/02_Internacional/02_TI/Not_Int_TI_05.html
CAMPANILLAS:
Campanillas se encuentra inmediatamente a N de Nambija, justo al otro lado del Cerro. Actualmente es de las pocas concesiones en explotación. El primer dÃa Juan Carlos y yo subimos para entrevistarnos con el ingeniero responsable, que nos rescató de un negro de 2 m con una metralleta que guardaba la entrada al recinto minero. Le vendimos la moto y nos dio permiso para que al dÃa siguiente camparamos con libertad por dentro de la concesión. Campanillas en esa época tenia una galerÃa activa, en la cual nos metimos acompañados por un minero que nos llevó hasta el filón de cuarzo que estaba en explotación?.mi sorpresa fue cuando al iluminar con la linterna en el techo todo empezó a brillar?era un filón bastante rico en oro y habÃa decenas de granos brillando sobre mis cabezas. Nos dejó darle un martillazo y cayeron al suelo numerosos pedazos de cuarzo llenos de granos del dorado metal (unos cuantos de los cuales conservo en mi colección personal de piedras ?jejejeje).
La pateada por dentro de los extensos terrenos de la concesión de Campanillas fue muy grata. Recorrimos toda la montaña cubierta por una densa vegetación semitropical y bajamos hasta el fondo del valle donde desde allà retomamos la pista de regreso a San Carlos.
GUAYSIMI ALTO:
Guaysimi Alto queda bastante apartado de San Carlos, es una de las concesiones más al sur del cinturón minero de Nambija. Para llegar a Guaysimi en vehÃculo, la única forma era esperar que los militares (que tienen instaladas unas antenas en un pico cercano) suban en 4x4 y acoplarnos con ellos. El primer dÃa que visitamos Guaysimi subimos Massimo, Juan Carlos y yo con los militares. Casi 3 horas de coche (1000 m de desnivel) por una pista de mala muerte, con pinchazo incluido, para llegar hasta los 2200 m donde se encuentra Guaysimi. Guaysimi es de las minas más activas y ?modernas? de la región y es la que posee una mayor estructura organizada tanto de maquinaria como de personal. Esa tarde solo pudimos estar unas pocas horas y quedamos de acuerdo con el ingeniero responsable que yo subirÃa más adelante para quedarme unos dÃas y poder hacer un estudio de detalle.
Ese dÃa llegó y coincidió que Juan Carlos se habia marchado 4 dÃas a Quito por asuntos personales. Mi estancia en Guaysimi poco más de 2 dÃas, dos eternos dÃas entre escombreras, piedras y montañas, con la única compañÃa de unos cuantos mineros, que para hacer más llevadera su estancia allà se atiborraban de un licor ?7 pingas? de 96º?.imaginaros el panorama?.el menú allà era escaso a base de unos granos de arroz herbido y unas tiras de pollo regado con una dudosa limonada. Cansado, acceleré mis gestiones geológicas y al segundo dÃa por la tarde (antes de lo previsto) abandoné a pie (pues el vehÃculo no me recogÃa hasta 2 dÃas después) el lugar, cargado con una mochila con mis cosas y con unos 10kg de piedras extras en la espalda, resultado de mi prospección en la zona. Salà sobre las 6 de la tarde y llegué destrozado a San Carlos a las 12 de la noche, después de salvar en bajada los 20 km de distancia y 1000 m de desnivel cargado como un burro y sin frontal (iluminado por la luna y por las numerosas luciérnagas del bosque) después de badear unos cuantos torrentes y de huir de unos perros que me querÃan agredir ?jijiji?ahora rio pero entonces los tenÃa por corbata. Una experiencia peculiar.... :p
EXPLORACIÓN HASTA LA CASCADA:
Un dÃa de los que bajamos a Zamora, hablamos con Daniel Pilco, que nos comentó que hacia años habÃa ido a explorar una zona bastante adentrada en el bosque, donde el pensaba que podrÃa haber una formación mineralizada muy similar a la de Nambija. Entusiasmado con el tema y aprovechando nuestra presencia en Ecuador nos planteó la posibilidad de ir juntos a reexplorar la zona. Lógicamente, no me pude negar a tan sugerente aventura y al dÃa siguiente a las 7 de la mañana estábamos Juan Carlos, Daniel, dos esbirros suyos y yo puntualmente preparados para salir. La ruta en 4x4 nos llevó cerca de hora y media hasta un poblado cercano a Nangaritza donde dejamos el coche, desayunamos algo en un sitio donde curiosamente estaban viendo en directo el partido Madrid-Barça (2-2 con gol anulado a Rivaldo en los últimos minutos). Desde allà salÃa un sendero embarrado que se adentraba en el bosque. Al cabo de un par de horas de andar nos cruzamos con unos campesinos que estaban recogiendo plátanos y naranjillas (una fruta parecida a un nÃspero). A partir de aquà el camino desaparecÃa y la manera más fácil y rápida de progresar fue meternos por el rÃo principal, única vÃa libre de vegetación, andando en algunos tramos con agua por encima de las rodillas. Proseguimos un par de horas más progresando en estas condiciones hasta que Daniel nos comentó que estábamos a punto de llegar a la zona de la cascada, junto a la cual se encontraba el misterioso afloramiento rocoso. Entonces llovÃa bastante. La cascada, muy bonita, de unos 25 metros de altura nos salpicaba mientras observábamos la verde roca de una especie de cañón. Tomamos unas muestras con el martillo y las observamos detenidamente con la lupa de 20 aumentos. La conclusión fue que esa roca no era excepcional, simplemente una andesita común y sin indicios de mineralización, cosa que causó bastante decepción en el amigo Daniel, que tenÃa muchas expectativas puestas en este lugar?.pero bueno, la excursión y la exploración merecieron la pena?una jornada húmeda pero gratificante en medio de un bosque de primer orden.
Bueno....pues eso es todo....ya se acabó el rollo!! ;-)
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