Fuentes: www.abc.com.py , Jimmy Cordova y National Geographic.
A partir del año 1990, en que el Volcán Sabancaya comenzó a erupcionar por efecto de las elevadas temperaturas, el hielo del casquete glacial del Ampato que se ubica en la misma cadena andina inició su deshielo, poniéndose al descubierto algunos indicios de restos arqueológicos incas.
En 1993 se dieron las condiciones propicias para emprender una expedición dirigida por el arqueólogo norteamericano Dr. Johan Reinhard, profesor honorario de la Universidad Católica de Santa MarÃa, encontrando a una altitud aproximada de 6.310 metros sobre el nivel del mar trozos de madera, restos textiles, sogas y cerámica inca.
Asimismo, se descubrieron otros restos arqueológicos y la existencia de una plataforma artificial, cuyas estructuras rudimentarias hicieron presumir que se trataba de un santuario inca.
En esta oportunidad los expedicionarios constataron que un bulto (fardo) rodaba hacia el cráter; fue entonces que el Dr. Reinhard para ubicar el lugar exacto de la caÃda, hizo rodar una piedra envuelta en plástico, logrando ubicar el fardo que contenÃa a la momia a una profundidad de 60 metros, más o menos.
Se trataba del descubrimiento de la momia congelada mejor conservada y de otras dos similares que atrajeron la atención del mundo entero, el interés de connotados cientÃficos, historiadores, arqueólogos, antropólogos y periodistas.
Juanita, conocida como la Dama de Ampato, fue una niña inca de entre 12 y 14 años, escogida especialmente para ser sacrificada y ofrecida al volcán Sabancaya, con el propósito de que las erupciones de este volcán cesen, ya que estaban afectando seriamente los cultivos y la ganaderÃa.
Las pruebas de Carbono 14 sitúan la muerte de Juanita en 1466, durante el reinado del inca Pachacutec. Esta hermosa niña murió de un golpe en la sien derecha con una macana de granito de cinco puntas. Fue sedada con chicha añeja y acomodada por dos sacerdotes para recibir el golpe mortal. Una de las puntas penetró 6 cm del parietal derecho, produciéndole la muerte instantánea.
Juanita fue encontrada junto a varios objetos como cerámicos y arÃbalos, además de tres muñecas rituales o illias, incrustadas en la pared de la tumba: una illia de oro representaba al sol, y habrÃa sido entregada a Juanita por el propio inca en la plaza principal de la ciudad imperial del Cusco, en la celebración de Capaccocha. Una illia de plata que representaba a la luna y la tierra, y una illia de spondylus, que es la más importante de las tres porque representaba a la misma Juanita.
Ella estaba vestida con un traje de fibra de alpaca, y cubierta por una manta doblada de dos metros cuadrados; lucÃa dos tupus o prendedores de plata para ajustar su vestido, una ñañaza o pañuelo de alpaca ceremonial utilizado solo por la clase social alta; un wato o cuerda de lana de alpaca, atributo utilizado por la nobleza inca, entre otros aditamentos.
Actualmente, Juanita se encuentra protegida por un sistema de tres cámaras que la mantienen en perfecto estado de conservación en el Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica Santa MarÃa de Arequipa.
Más info:
http://www.geocities.com/cordova_jimmy/juanita.htm